En estudio realizado en los Estados Unidos, revela lo siguiente: “Este estudio muestra que una técnica que combina comer pequeños trozos, hacer pausas entre cada bocado y masticar a fondo los alimentos puede reducir la cantidad de comida ingerida y aumentar la sensación de saciedad, disminuyendo la cantidad de energía consumida“, señalaron los autores.Entre las causas que los expertos estipulan se encuentra el hecho de que al prolongar la duración de las comidas, se estaría a la vez dándole más tiempo a que las señales fisiológicas de saciedad se desarrollen y sean enviadas por el cerebro antes.También consideran posible que el comer despacio deja más tiempo para tomar más agua, lo que también contribuye a dar mayor sensación de plenitud en el estómago. Finalmente, creen posible que el hecho de saborear cada bocado también permite sentirse satisfecho con menos comida ingerida. Adicionalmente, científicos de la Universidad de Osaka añaden nuevos datos que confirman la teoría de que no sólo es sano comer despacio sino que también es una forma de perder peso.
