DIETAS INTEGRALES, CONCEPTOS BASICOS

dietas integrales


Para Dietas Integrales, actualmente existe una gran variedad culinaria de productos integrales, entre los que podemos mencionar: arroz, pasta, pan, bizcochos, galletas de todas las formas y sabores, etc. Pero... ¿qué es lo que diferencia exactamente a estos productos de los ordinarios u originales? Pues bien, la única diferencia que existe es el uso de cereales de grano o específicamente de fibra a la hora de su elaboración. Un producto se define como INTEGRAL cuando su aporte de fibra es mayor que su producto original; sin embargo, no quiere decir que tenga menos calorías, de hecho puede que por la adición de granos enteros aporte mayor cantidad calórica aunque tenga mayores beneficios a la salud. Entre los beneficios que aportan los  alimentos integrales  y  por ende las dietas integrales, podemos mencionar:  Son ideales para las personas con diabetes , ya que su ingesta no produce ‘picos’ elevados de glucosa en sangreMejoran el tránsito intestinal y contribuyen a prevenir el estreñimiento.Pueden prevenir enfermedades como el cáncer, en especial el de colon.Proporcionan una sensación de saciedad que evita la ingesta de otros alimentos más calóricos, un aspecto importante en las dietas de adelgazamiento. No obstante, esto no quiere decir que se puedan tomar sin medida: lo que realmente varía respecto a los alimentos refinados es su cantidad de fibra, vitaminas, minerales y nutrientes y no tanto en el número de calorías, por lo que se puede decir que tanto unos como otros aportan similar cantidad de energía.Ayudan a reducir los niveles de colesterol y, por tanto, el riesgo de enfermedades cardíacas

EDAD, FACTOR PRONOSTICO DE LA OBESIDAD


La edad a la que es diagnosticado un obeso es de gran importancia, por un lado, siendo la obesidad un enfermedad crónica, para poder instaurar medidas que ayuden al paciente a manejar su patología tratando de reducir los riesgos que dicha condición posee, y por otro lado, porque el comienzo precoz de la obesidad, es decir, durante la infancia, es un factor de mal pronóstico. 

La prevalencia de la obesidad ha aumentado también en los niños y adolescentes, con tendencia a perdurar a lo largo de la vida en un elevado porcentaje de los casos, resaltando la importancia de la prevención como medida terapéutica más eficaz. El ritmo de vida de muchos niños y los estilos educativos de algunos padres favorecen la adquisición de hábitos anómalos de alimentación desde las primeras edades de la vida. Otro problema que se presenta es la dificultad del diagnóstico en edades tempranas. Aun no hay consenso internacional sobre parámetros para diagnosticar la obesidad infantil.