EDAD, FACTOR PRONOSTICO DE LA OBESIDAD


La edad a la que es diagnosticado un obeso es de gran importancia, por un lado, siendo la obesidad un enfermedad crónica, para poder instaurar medidas que ayuden al paciente a manejar su patología tratando de reducir los riesgos que dicha condición posee, y por otro lado, porque el comienzo precoz de la obesidad, es decir, durante la infancia, es un factor de mal pronóstico. 

La prevalencia de la obesidad ha aumentado también en los niños y adolescentes, con tendencia a perdurar a lo largo de la vida en un elevado porcentaje de los casos, resaltando la importancia de la prevención como medida terapéutica más eficaz. El ritmo de vida de muchos niños y los estilos educativos de algunos padres favorecen la adquisición de hábitos anómalos de alimentación desde las primeras edades de la vida. Otro problema que se presenta es la dificultad del diagnóstico en edades tempranas. Aun no hay consenso internacional sobre parámetros para diagnosticar la obesidad infantil.




Los niños se les considera obesos cuando sobrepasan el peso correspondiente a la edad y a la talla en un 20 %. La mayoría de los niños obesos lo son desde los primeros años de vida y aproximadamente el 40 % seguirán siendo obesos en la edad adulta.

La obesidad se asocia desde la niñez con otras comorbilidades, de forma que el incremento de la obesidad en niños y adolescentes, al igual que la obesidad en adultos, ha sido ligado con numerosas enfermedades crónicas.El curso clínico de la obesidad suele ser de tipo crónico, con tendencia a la ganancia continuada de peso cuando el individuo no se trata y a la recaída después de periodos de tratamiento. La obesidad crónica es un factor de riesgo altamente significativo para sufrir enfermedades y para que surjan complicaciones de tipo emocional, derivados del rechazo social que sufre el paciente y los sentimientos de inferioridad e incluso de invalidez que experimenta el individuo de su propia imagen corporal.

La obesidad aumenta la vulnerabilidad para sufrir enfermedades coronarias, angina de pecho, arritmias ventriculares, hipertensión, diabetes, problemas biliares, apnea del sueño, diabetes mellitus, trombosis renales, osteoartritis y algunos tipos de cáncer sensibles a las hormonas sexuales. Representa también un riesgo de anorexia y bulimia nerviosa- La obesidad por lo tanto aumenta la morbilidad y la mortalidad de la población.El sentimiento de rechazo y discriminación social que suele interiorizarse ya durante la infancia puede perdurar toda la vida. El paciente nota como la sociedad lo designa como diferente y por tanto apartado de los considerados “normales”. 

La obesidad se convierte en el centro de las preocupaciones del obeso y en el punto de referencia de su sistema de valores, de tal forma que otras cualidades pasan a un segundo plano. Este tipo de distorsión es más frecuente en las obesidades que se inician en la infancia, en las que el niño, y después el joven, no ha contado con el apoyo personal, la aceptación y la ayuda de padres y amigos y sí con las burlas y el desprecio de quienes los rodean.

Diversos estudios que han evaluado la morbilidad y la mortalidad a largo plazo en relación con el peso durante la infancia y la adolescencia, han mostrado que la obesidad infanto-juvenil se asocia a un exceso de mortalidad en la edad adulta.Incluso se han determinado periodos de vida vulnerables para el desarrollo de la obesidad. 

El periodo prenatal es uno de los tres momentos junto con el periodo de rebote adiposo y la adolescencia. La exposición al hambre durante el embarazo o en edades tempranas y en niños con madres diabéticas influye en el desarrollo de obesidad posterior.El segundo periodo de aparición de obesidad se sitúa entre los 5 y los 7 años, llamado rebote adiposo. Un rebote a edad temprana, menor a los 5 años, aumenta significativamente el riesgo posterior de padecer obesidad,  finalmente la pubertad, la cual es una edad proclive al inicio de la obesidad, en especial en el sexo femenino.

En conclusión, no es recomendable subestimar la importancia de la obesidad en cualquier etapa de la vida, pero menos aun en nuestros niños y adolescentes. Cuanto antes se tomen medidas para modificar las condiciones y conductas que están ocasionando dicha condición, mayor probabilidades de éxito tendremos.
Aumenta tu calidad de vida y la de tu familia: acude a tu Médico Nutriólogo de confianza.



No hay comentarios:

Publicar un comentario